Siempre que nace una rosa,
El amor en el aire se puede notar,
El silencio se vuelve música,
Y la tragedia, se convierte en paz.
Los pajarillos cantan de alegría,
Los cisnes graznan de felicidad,
El cazador deja en paz a el ciervo,
Y el león a la cebra no cazará.
El humano no comerá carne,
El humano dejará de matar,
El humano amará a su prójimo,
El humano sembrará la paz.
El rico dejará la codicia,
El ladrón dejará de robar,
El envidioso dejará la envidia,
Y el humano no mentirá más.
Se acaban las injusticias,
El hombre y la mujer lo mismo serán,
Ser gordo o flaco será lo mismo,
Ser rico o pobre dará igual.
Ese es un mundo perfecto,
Sin estereotipos ni desigualdad,
Esa rosa inmarcesible,
Que algún día será humanidad.
Dinelly Barra Navarrete.